—Hola —dije.
—Hazel Grace —dijo él.
—Hola —dije otra vez.
—¿Estás llorando Hazel Grace?
—¿Mas o menos? __________________________ _____________
21 To ys “R” Us: Tienda de juguetes.
__________________________ _____________
—¿Por qué? —preguntó. —Porque yo sólo… quiero ir a Ámsterdam, y quiero que me diga que pasa después de que el libro termina, y no quiero mi vida particular, además el cielo me está deprimiendo, y está este viejo juego de columpio que mi padre hizo para mí cuando era una niña. —Debo ver este viejo juego de columpio inmediatamente —dijo—. Llegaré en veinte minutos. Me quedé en el patio trasero porque mamá siempre estaba realmente sofocante y preocupada cuando estaba llorando, sobre todo porque no lloraba muy seguido, y sabía que ella querría ha b la r y discutir lo que sea que no considerara ajustado a mi medicación, el pensamiento completo de esa conversación me hacía querer vomitar. No es como si tuviera algún recuerdo totalmente conmovedor, o bien iluminado de un padre fuerte empujando a una niña saludable y la niña diciendo más alto, más alto, más alto o algún otro resonante momento metafórico. El juego de columpio sólo estaba puesto ahí, abandonado, los dos pequeños columpios todavía colgando tristes desde un tablón de madera gris, el contorno de los asientos dibujados como la sonrisa de un niño. Detrás de mí, escuché la puerta de vidrio deslizante abrirse, me giré. Era Augustus, vistiendo unos pantalones caqui y una camisa manga corta a cuadros abotonada. Limpié mi cara con la manga y sonreí. —Hola —dije. Le tomó un segundo sentarse en la tierra cerca de mí, e hizo una mueca mientras aterrizó con muy poca gracia en su trasero. —Hola —dijo finalmente. Miré hacia él. Estaba mirando más allá de mí, a través del patio—. Veo tu punto —dijo mientras colocó un brazo alrededor de mi hombro—. Ese es un triste, maldito juego de columpio. Puse mi cabeza en su hombro. —Gracias por ofrecerte a venir.
—Hazel Grace —dijo él.
—Hola —dije otra vez.
—¿Estás llorando Hazel Grace?
—¿Mas o menos? __________________________
21 To ys “R” Us: Tienda de juguetes.
__________________________
—¿Por qué? —preguntó. —Porque yo sólo… quiero ir a Ámsterdam, y quiero que me diga que pasa después de que el libro termina, y no quiero mi vida particular, además el cielo me está deprimiendo, y está este viejo juego de columpio que mi padre hizo para mí cuando era una niña. —Debo ver este viejo juego de columpio inmediatamente —dijo—. Llegaré en veinte minutos. Me quedé en el patio trasero porque mamá siempre estaba realmente sofocante y preocupada cuando estaba llorando, sobre todo porque no lloraba muy seguido, y sabía que ella querría ha b la r y discutir lo que sea que no considerara ajustado a mi medicación, el pensamiento completo de esa conversación me hacía querer vomitar. No es como si tuviera algún recuerdo totalmente conmovedor, o bien iluminado de un padre fuerte empujando a una niña saludable y la niña diciendo más alto, más alto, más alto o algún otro resonante momento metafórico. El juego de columpio sólo estaba puesto ahí, abandonado, los dos pequeños columpios todavía colgando tristes desde un tablón de madera gris, el contorno de los asientos dibujados como la sonrisa de un niño. Detrás de mí, escuché la puerta de vidrio deslizante abrirse, me giré. Era Augustus, vistiendo unos pantalones caqui y una camisa manga corta a cuadros abotonada. Limpié mi cara con la manga y sonreí. —Hola —dije. Le tomó un segundo sentarse en la tierra cerca de mí, e hizo una mueca mientras aterrizó con muy poca gracia en su trasero. —Hola —dijo finalmente. Miré hacia él. Estaba mirando más allá de mí, a través del patio—. Veo tu punto —dijo mientras colocó un brazo alrededor de mi hombro—. Ese es un triste, maldito juego de columpio. Puse mi cabeza en su hombro. —Gracias por ofrecerte a venir.
—Te das cuenta que tratando
de mantener tu distancia de mí no disminuirá mi afecto por ti —dijo.
—¿Supongo? —dije.
—Todos los esfuerzos para salvarme de ti fallarán —dijo él. —¿Por qué? ¿Por qué te gusto siquiera? ¿No has tenido suficiente de esto? —pregunté, pensando en Caroline Mathers. Gus no respondió. Él sólo se aferró a mí, sus dedos fuertes contra mi brazo izquierdo.
—Vamos a hacer algo sobre este maldito juego de columpios —dijo él—. Te digo, es noventa por ciento parte del problema. Una vez que me recuperé, fuimos adentro y nos sentamos en el sofá uno al lado del otro, la laptop en su rodilla, falsa, y la otra mitad en la mía.
—Caliente —dije por la base de la laptop.
—¿Lo es ahora? —Él sonrío. Gus cargó este sitio llamado Free No Catch y juntos escribimos un anuncio. —¿Titulo? —preguntó él.
—“Juego de columpios necesita hogar” —dije. —“Desesperado y solitario juego de columpios necesita un amoroso hogar” —dijo él.
—“Solitario, vagamente pedófilo juego de columpios busca trasero de niños” —dije. Él se rio.
—Ese es el por qué. —¿Qué?
—Ese es el por qué me gustas, ¿Te das cuentas cuan extraño es encontrarse con una chica ardiente que crea un adjetivo de la palabra pedófilo? Estás tan ocupada siendo tú que no tienes idea cuan absolutamente sin precedente eres. Tomé un profundo respiro a través de mi nariz. Ahí nunca habría suficiente aire en el mundo, pero la falta era particularmente aguda en ese momento. Escribimos el anuncio junto, editando al otro mientras fuera necesario. Al final, concordamos con esto: “Desesperado y Solitario Juego de Columpios Necesita un Amoroso Hogar Un columpio, muy gastado, pero estructuralmente en buen estado , busca nuevo hogar. Haz recuerdos con tu hijo o hijos a sí algún día el, ella o ellos mirarán a través del patio con un dolor sentimental y tan desesperado como yo lo hice esta tarde. Todo es frágil y fugaz, querido lector, pero con este juego de columpio, tu hijo(os) serán introducidos a los altos y bajos de la vida humana gentilmente y de manera segura, quizás también aprendan la más importante lección de todas: No importa cuán duro golpees, no importa cuán alto llegues, no puedes ir todo el camino de vuelta. El juego de columpio reside cerca de la 83 Sp ring Mill” .
—¿Supongo? —dije.
—Todos los esfuerzos para salvarme de ti fallarán —dijo él. —¿Por qué? ¿Por qué te gusto siquiera? ¿No has tenido suficiente de esto? —pregunté, pensando en Caroline Mathers. Gus no respondió. Él sólo se aferró a mí, sus dedos fuertes contra mi brazo izquierdo.
—Vamos a hacer algo sobre este maldito juego de columpios —dijo él—. Te digo, es noventa por ciento parte del problema. Una vez que me recuperé, fuimos adentro y nos sentamos en el sofá uno al lado del otro, la laptop en su rodilla, falsa, y la otra mitad en la mía.
—Caliente —dije por la base de la laptop.
—¿Lo es ahora? —Él sonrío. Gus cargó este sitio llamado Free No Catch y juntos escribimos un anuncio. —¿Titulo? —preguntó él.
—“Juego de columpios necesita hogar” —dije. —“Desesperado y solitario juego de columpios necesita un amoroso hogar” —dijo él.
—“Solitario, vagamente pedófilo juego de columpios busca trasero de niños” —dije. Él se rio.
—Ese es el por qué. —¿Qué?
—Ese es el por qué me gustas, ¿Te das cuentas cuan extraño es encontrarse con una chica ardiente que crea un adjetivo de la palabra pedófilo? Estás tan ocupada siendo tú que no tienes idea cuan absolutamente sin precedente eres. Tomé un profundo respiro a través de mi nariz. Ahí nunca habría suficiente aire en el mundo, pero la falta era particularmente aguda en ese momento. Escribimos el anuncio junto, editando al otro mientras fuera necesario. Al final, concordamos con esto: “Desesperado y Solitario Juego de Columpios Necesita un Amoroso Hogar Un columpio, muy gastado, pero estructuralmente en buen estado , busca nuevo hogar. Haz recuerdos con tu hijo o hijos a sí algún día el, ella o ellos mirarán a través del patio con un dolor sentimental y tan desesperado como yo lo hice esta tarde. Todo es frágil y fugaz, querido lector, pero con este juego de columpio, tu hijo(os) serán introducidos a los altos y bajos de la vida humana gentilmente y de manera segura, quizás también aprendan la más importante lección de todas: No importa cuán duro golpees, no importa cuán alto llegues, no puedes ir todo el camino de vuelta. El juego de columpio reside cerca de la 83 Sp ring Mill” .
1 comentarios:
esta muy bien gracias
Publicar un comentario